domingo, 18 de diciembre de 2011

Cómo se crean los huracanes

Los huracanes son los ciclones tropicales originados en el Oceáno Atlantico y el Oceáno Pacifico Oriental. Es decir, aquellos ciclones que mueren o nacen en la zona centroamericana. Este nombre se mantiene practicamente inalterable del dado a lo largo de la historia por los habitantes de esta zona. Los mayas los denominaban hurenkan, que significa el de una pierna, y dios del fuego y la tormenta, y para el pueblo arahuaco o taíno (de las Antillas Mayores) significaba Centro del Viento.

Si bien el nombre científico es ciclón tropical, en otras zonas son denominados: tifones en la zona de Asia Oriental (Pacífico Occidental) y ciclones (en el Océano Índico).

Como sea que se les llamen, todos los ciclones tropicales se forman de la misma manera y son las tormentas más grandes y violentas del mundo.

Los ciclones tropicales se comportan como motores gigantes obteniendo el combustible del aire cálido y húmedo de las zonas tropicales. Es por ello que sólo son posibles en las zonas próximas al ecuador, donde la radiación solar es mayor y la evaporación y calentamiento del agua marina es máxima. El aire caliente tiende a ascender a la atmósfera, por lo que en estas zonas el aire cálido y húmedo sobre los océanos se eleva desde su superficie. Debido a esta ascensión, queda menos aire cerca de la superficie, causando un área de menor presión de aire cerca del océano.

El aire con mayor presión de las áreas circundantes llena el área de baja presión. Luego, este "nuevo" aire se torna cálido y humedo volviendo a ascender. En la medida en que el aire cálido continúa subiendo, el aire circundante gira para ocupar su lugar. Cuando el aire cálido y húmedo se eleva y se enfría, el agua en el aire forma nubes. Todo el sistema de nubes y aire gira y crece, alimentado por el calor del océano y el agua que se evapora de la superficie.

Debido al efecto Coriolis que afecta en el sentido de giro de los vientos (descrito en "Explicación de la creación de los vientos" del mes de abril) las tormentas formadas al norte del ecuador giran en sentido contrario a las manecillas del reloj y las generadas al sur del ecuador, giran en el sentido de las manecillas del reloj.

Al girar el sistema de tormenta cada vez más rápido, se forma un ojo en el centro. En el ojo todo es muy tranquilo y claro, con una presión de aire muy baja. El aire de presión alta superior baja hacia el interior del ojo. En la siguiente figura se puede observar el mecanismo de circulación de los vientos, con las flechas rojas mostrando la ascensión de los vientos cálidos y húmedos generando bandas de nubes en espiral mientras que las azules muestran la circulación y descenso de los vientos frios y secos a través del ojo del huracán y entre las bandas de nubes generadas por los vientos cálidos.


Cuando los vientos en la tormenta giratoria alcanzan 65 km/h (39 mph), la tormenta se denomina “tormenta tropical”. Y cuando alcanzan los 120 km/h (74 mph), se considera oficialmente que la tormenta es un “ciclón tropical", o huracán.

Los ciclones tropicales por lo general se debilitan cuando tocan tierra, porque ya no se pueden "alimentar" de la energía proveniente de los océanos templados. Sin embargo, a menudo avanzan bastante tierra adentro causando mucho daño por la lluvia y el viento antes de desaparecer por completo. Hay que destacar el curioso efecto que se produce a la entrada de un ciclón en tierra. Imaginemos una región por la que transcurre transversal el huracan, es decir, el centro del huracán pasa por esa regíon. En esta región se observarán tres fases meteorológicas que durarán un tiempo variable: en la primera fase, los vientos de componente media en una dirección y las lluvias van incrementándose progresivamente, aumentando su poder destructor. En una segunda fase, los vientos y las lluvias de forma súbita prácticamente se detienen, asociados a un bajada de temperatura debido al paso del ojo del huracán. En una tercera fase, y casi de forma súbita, los vientos y las lluvias se incrementan al máximo alcanzado en la primera fase, pero en sentido opuesto, y se van decrementando progresivamente. Esta última fase suele ser la más peligrosa y destructora, pues imaginemos que en la primera fase los vientos tienen sentido mar-tierra, progresivamente incrementales, pero en la tercera fase los vientos arrastran lo destruido de tierra a mar súbitamente.

Un efecto importante de los huracanes, al margen de los fuertes vientos y las lluvias, es el incremento del nivel del mar, que puede alcanzar los 8 metros, debido al efecto succionador que provocan los propios vientos circulares del huracán que sobre el mar pasa.

Los ciclones tropicales son clasificados en la escala Saffir-Simpson según la intensidad del viento, desarrollada en 1969. En la siguiente figura se muestra esta clasificacion (1 mph= 1.609 kmh)


Uno de los huracanes más debastadores de la historia de EEUU fue el que arrasó, entre otras zonas, la ciudad de Nueva Orleans en 2005. Este huracán, que alcanzó el nivel 5, hizo ascender el mar por encima de los diques de contención de esa ciudad, provocando enormes daños y la muerte de miles de personas. A día de hoy, la ciudad no se ha recuperado, habiendo perdido la mitad de la población que tenía antes del desastre. En el siguiente video se puede observar la espectacular evolución del huracán, y el repentino cambio de trayectoria hacia el interior de EEUU por el estado de Luisiana.




Fuentes: Ventanas al universo, NASA,Wikipedia, Etimologías

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