sábado, 28 de septiembre de 2013

Gota Fría

Dada la época en la que nos encontramos, finales de verano principios de otoño en el hemisferio norte, parece apropiado comentar el fenómeno meteorológico que se produce habitualmente en la región mediterránea, principalmente en las costas de los países bañados por el mar mediterráneo occidental, debido al efecto de diatermancia.

Temperatura del mar en época estival
Este fenómeno meteorológico, que se desencadena principalmente en los meses de Septiembre y Octubre, es consecuencia de la aparición de bajas presiones o inestabilidades atmosféricas, normalmente locales, debido a que las aguas mediterráneas presentan su máximo de temperatura y las temperaturas continentales empiezan a descender. La gota fría se desarrolla por el contacto de estas masas de aire cálido y húmedo con masas de aire frío de capas altas que comienzan a aparecer en estos meses como descuelgues de aires fríos de latitudes superiores. También juega un papel importante en las consecuencias, como en cualquier fenómeno meteorológico, el comportamiento orográfico de la región en la que se produzcan estos intercambios de aire-temperatura-humedad.

Descuelgue de aire frío sobre la península Ibérica

Estas circunstancias favorecen la fuerte evaporación de las aguas calientes, que ascienden rápidamente a grandes alturas, enfriándose también rápidamente  y provocando la creación de grandes nubes y precipitaciones. Es un fenómeno local aislado generalmente de la circulación atmosférica.

Si bien el término no es del todo correcto, es en Alemania, lugar de origen del término (kaltlufttropfen) y en España donde se mantiene en uso. Y no es correcto porque el término gota fría no se corresponde con el verdadero origen del fenómeno ya que se debe realmente a la creación de una burbuja de aire caliente y muy húmedo dentro de una depresión barométrica. Al entrar en contacto dicha burbuja con la depresión barométrica con aires mucho más fríos en las capas superiores de la atmósfera se produce la precipitación de dicha humedad, tanto más intensa cuanto mayores contrastes térmicos y de humedad existan entre la burbuja y el aire frío y seco. El término técnico más adoptado para este efecto es el de DANA (depresión aislada en niveles altos).

Una definición muy acertada del fenómeno meteorológico es dada por Francisco M. León , INM 2003:


...“una depresión cerrada en altura que se ha aislado y separado completamente de  la circulación atmosférica asociada a la corriente de chorro, y que se mueve independientemente de tal flujo llegando, a veces, a ser estacionaria o, incluso, retrógada (su desplazamiento es, en estos casos, de dirección Este-Oeste)".


Según la definción de Wikipedia, “La gota fría, que conserva su giro ciclónico, se convierte en una zona anticiclónica en altura, lo que produce en su borde exterior, un descenso del aire frío y seco en espiral descendente (sentido horario) que alimenta, a su vez, el ascenso o convección del aire caliente y húmedo en forma de espiral (ascendente) con sentido antihorario típicamente ciclónico. La gota fría será más importante cuanto mayor sea la temperatura de las aguas marinas ya que el vapor de agua asciende repentinamente debido a la menor densidad del aire caliente y se condensa, formando rápidamente nubes de gran altura (generalmente, de más de 10 km) que casi siempre son del tipo de cumulonimbos

Formación de Gota Fría en el Levante de la
península Ibéríca

Como se ha comentado, la precipitación (generalmente acompañada de fuertes vientos, granizo y aparato eléctrico) será más intensa cuanto mayor sea la temperatura del agua en su creación (esta circunstancia es también determinante en la realimentación de los huracanes, como se explicaba en la anterior entrada del blog "Cómo se crean los huracanes") y mayores sean los vientos mar-tierra que alimentan de humedad el proceso. Estas precipitaciones pueden alcanzar o sobrepasar los 500 l/m2 (medio metro de agua en superficie) en menos de 24 horas en regiones en las que, como es el caso de la región murciana dentro de la península ibérica, presentan medias de precipitación anuales incluso inferiores a esa cantidad. Hay que recordar que los grandes el Monzón en la zona del océano índico (grandes precipitaciones de orígenes similares aunque mucho más afectadas por cuestiones orográficas) pueden alcanzar los 3000 o 4000 l/m2 en lapsos de  tiempo de varias semanas o meses.

El clima mediterráneo, considerado en particular dentro de la clasificación de los climas terrestres conocidos, presenta como característica diferenciadora la aparición de este fenómeno, principalmente en su región occidental (península ibérica, sureste francés, península itálica y costa oeste mediterránea de África). Debido a esto, las regiones afectadas presentan incluso una ordenación urbanística particular. Es habitual observar en la cuenca mediterránea zonas de evacuación de grandes torrenteras de agua en las proximidades de las costas (llegando a las playas), que generalmente están secas, incluso durante años, pero de vital importancia para las zonas urbanizadas cercanas.

Límite ecológico del cultivo del olivo en la cuenca mediterránea. Este límite se ha mantenido inamovible durante miles de años y es considerado para establecer las regiones de propio clima mediterráneo

Uno de los mayores desastres ocurridos como consecuencia de una gota fría y de la mala ordenación urbanística que no consideró estos fenómenos meteorológicos se produjo en 1962. En la zona del Vallés Occidental, en las ciudades del anillo metropolitano de la ciudad de Barcelona y en una década de alto crecimiento demográfico por inmigración,  una inmensa tromba de agua sorprendió a los recién asentados habitantes, causando más de 1000 muertos registrándose precipitaciones que llegaron a superar los 400 l/m2 (la media anual es de 610 l/m2).




Si bien son más característicos de la cuenca mediterránea, estos fenómenos pueden expenderse a regiones limítrofes, como es el caso del mar cantábrico, también en la península ibérica, como ocurrió en la región cercana a Bilbao en 1983. El siguiente vídeo muestra las inmensas consecuencias de aquella gran Gota Fría que alcanzó los 600 l/m2.




Y para finalizar,  muestro un vídeo que yo mismo capté este mes de septiembre en una playa de la costa de Tarragona en Cataluña, donde se observa la creación de una gran tormenta con formaciones de nubes toroidales como consecuencia de la circulación de los vientos descrita anteriormente.



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